Ha sido un privilegio servir como Presidente de la Fundación Goi para la Paz situada en Tokio, Japón, desde su fundación en 1999. Junto con el Dr. Ervin Laszlo, Fundador del Club de Budapest y mi esposa Masami Saionji, Directora de la Fundación Goi para la Paz, soy uno de los tres iniciadores de la Declaración de Fuji.

Aquí me gustaría compartir brevemente con ustedes las circunstancias que nos llevaron al lanzamiento de la Declaración de Fuji.

En 2005, la Fundación Goi lanzó la “Iniciativa de crear una Nueva Civilización” junto con sus socios el Club de Budapest, el Club de Roma, la Fundación Gorbachov y el Consejo de Sabiduría Mundial, entre otros. Esta iniciativa reúne organizaciones e individuos que sienten la urgente necesidad de actuar ante la crisis ambiental, social y económica que enfrentamos hoy en día. Nuestro objetivo es el de hacer conocer a través del internet las varias actividades innovadoras y el trabajo de personas que están creando un impacto positivo en el mundo, y crear una masa crítica de humanos que permita transformar nuestras culturas y co-crear una civilización planetaria sustentable y pacífica.

Nuestro enfoque para crear una nueva civilización se basa en el “concepto de las 4S”, una plataforma integrada con cuatro pilares: Sustentabilidad, Sistemas, Espiritualidad y Ciencia (en inglés Sustainability, Systems, Spirituality and Science)

La primera “S”, Sustentabilidad, concierne a la supervivencia de la Tierra misma, con su naturaleza y sus sistemas ecológicos. Problemas ambientales, socio-económicos, tales como el calentamiento global, el agotamiento de los recursos, la disparidad en el reparto de la riqueza y los conflictos culturales, son todos causados por la actividad humana y están amenazando nuestra supervivencia. Debemos de forma más inmediata asegurar la sustentabilidad del planeta, si es que vamos a tener un futuro.

La segunda “S”, Sistemas, se refiere a varios sistemas que los humanos hemos establecido, incluyendo nuestros sistemas económicos y políticos. La humanidad es una parte de los sistemas naturales vivientes más grandes de la Tierra. ¿Cómo podemos armonizar nuestros sistemas humanos con los principios de la naturaleza y los ecosistemas? Nuestras instituciones actuales y varios de nuestros sistemas socioculturales no son sustentables y necesitan ser transformados para operar un sistema integrado a nivel planetario.

La tercera “S”, Espiritualidad (en inglés: spirituality), incluye la experiencia personal, pero también tiene una connotación más universal. El despertar interior y la creatividad poderosa de los individuos es la fuerza real que dará forma a nuestro futuro colectivo. Nuestras conductas y prioridades van a cambiar drásticamente si evolucionamos nuestra consciencia a un nivel y experiencia de interconexión de toda la vida. Debemos asegurar que toda la actividad humana en una sociedad global futura, aún la política, económica y los negocios, estén fundados en valores espirituales.

La cuarta y última “S”, Ciencia, (en inglés Science), es un componente importante en la creación de la nueva civilización. En la vanguardia de las ciencias, incluyendo la física, la cosmología, las ciencias de la vida y la investigación sobre la consciencia, están surgiendo nuevas visiones y una comprensión más profunda de la vida. Estas nuevas ciencias podrían traer un cambio de paradigma que podría ser la clave inspiracional y fundacional para la creación de una nueva civilización.

Estos cuatro componentes sirven como una plataforma integrada y un marco para la Iniciativa para una Nueva Civilización que fue propuesta hace diez años. La transformación de nuestros sistemas básicos de valores y nuestra consciencia, que está definida centralmente en esta plataforma es una importante tarea que enfrentamos aún hoy.

Con el lanzamiento de la Declaración de Fuji esperamos atraer la atención a dos de estos componentes vitales, es decir: los valores humanos y la consciencia, que son esenciales para una nueva civilización. Los valores esenciales que buscamos se basan en nuestra convicción de que “la humanidad es originalmente divina y buena, en otras palabras, estos valores se basan en la teoría del bien fundamental.” La esencia de la consciencia que buscamos está en nuestra convicción de que “los seres humanos co-existen en una red interconectada, junto con la naturaleza, el universo y toda lo que existe. Vivimos nuestra vida sostenidos por otros. Estos son valores basados en la unidad y la consciencia.

Resumiendo, la Declaración de Fuji apunta a “revivir el espíritu del bien divino inherente dentro de cada uno de nosotros y dar expresión de ello en nuestras vidas diarias. Es vivir con la convicción de que todo lo que existe vive dentro de una red de unidad.” Como tal, es el propósito de la Declaración de Fuji manifestar abiertamente el rol vital de la consciencia y los valores para crear un camino hacia una nueva civilización. Por lo tanto se puede decir que la Declaración es ciertamente una declaración personal.

Sumándose a la Declaración misma, va a haber un componente de investigación sobre la Declaración de Fuji, convirtiendo a esta iniciativa en algo único. La unidad de investigación va a estar dirigida por el Dr. Laszlo y va a explorar como los cambios en la consciencia humana y sus valores pueden cambiar y tener un impacto en varias esferas tales como la política, la economía, los negocios, la ciencia, la educación, la salud, la religión, las artes y los medios, utilizando estrategias específicas y ejemplos.

Una suave transición de un mundo en caos a uno en armonía, depende de la consciencia, los valores y las acciones sostenidas por cada individuo. La Declaración de Fuji alienta al renacer de la consciencia de cada miembro de la humanidad lo cual a su vez impactará en un sinnúmero de esferas sociales que representan nuestra comunidad global.

Lanzamos la Declaración de Fuji con el apoyo de más de cien signatarios fundadores y socios en más de cien países. Ahora aspiramos a sumar a muchos otros que de todas partes del mundo se nos unirán en este llamado a la humanidad. Sin embargo lo más importante es que la Declaración se convierta en los valores diarios de cada uno y se vuelva acción en nuestras vidas diarias.

Si podemos construir una masa crítica global de ciudadanos y comunidades viviendo con los ideales de la Declaración de Fuji, creo que estaremos creando una civilización armoniosa y sustentable.