Dr. Bruce Lipton

Un biólogo celular describe su propio viaje para comprender la relación entre la divinidad interior y el mundo en el cual vivimos.

La Declaración de Fuji
“Nosotros, como individuos responsables de nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos, por la presente declaramos:
Afirmamos la chispa divina en el corazón y la mente de cada ser humanoy tenemos la intención de vivir en su luz en todas las esferas de nuestra existencia.”

Pregunta: ¿Qué ha aprendido en su estudio de las células que podría ayudarnos a entender mejor la chispa divina como una metáfora importante?

BL: Buen, número uno, cuando comencé como un investigador, es importante que sepan, no era para nada espiritual. Mi trabajo como bioquímico, como genetista y como biólogo celular estaba enfocado en estudiar la química y la mecánica de la vida. Y en este emprendimiento, el concepto de espiritualidad es irrelevante; no era necesario para entender la biología, al menos eso era lo que pensábamos.

En mis investigaciones por entender la naturaleza de la célula y como funciona, me di cuenta, en algún momento, de que había parte de mi identidad personal que no estaba en el cuerpo. Cada uno de nosotros está conectado a una señal energética única del ambiente, en términos de la física cuántica, esta señal de energía representa una parte de lo que se llama colectivamente “el Campo”. La identidad personal de cada ser humano es una parte derivada de este campo energético, y la información no está solamente dentro de nuestras células.

Las células de hecho tienen un conjunto de antenas sobre su superficie que se parece a antenas de televisión en “nano-tamaño”, cuya función es descargar una emisión ambiental. Esta informa a la célula de lo que está pasando en el mundo. Nuestra identidad personal está unida a esa emisión. Cada ser humano sobre este planeta tiene un conjunto de antenas “receptoras de identidad” que es única. La comunidad médica se refiera a un sub-grupo de estas antenas proteicas como “auto-receptores” (“receptores del sí mismo”). En los trasplantes de órganos y tejidos, un proceso de compatibilidad de los tejidos debe asegurarse que haya tantos auto-receptores en las células del donante como en las células del receptor. Esto reduce el rechazo por parte de sistema inmune del injerto extraño. Si los auto-receptores de un individuo se retiran enzimáticamente de la superficie de la célula, la célula pierde su identidad personal, se vuelve una célula humana genérica que puede ser trasplantada a cualquier humano y no ser rechazada como “no-yo” por el sistema inmune del receptor.

En el momento en que me di cuenta de que mi identidad personal era algo que estaba separado de mi cuerpo físico y representaba una señal ambiental que era emitida a través de él, ¡entré en shock! No siendo espiritual y luego entendiendo que la naturaleza de este mecanismo, comprendí que mi identidad estaba unida a una señal derivada del ambiente externo.

En una transformación masiva y emocional, me di cuenta, “¡ni siquiera estoy aquí!”. La realidad de que, como una entidad consciente, no podía morir porque era parte del campo de energía y no un cuerpo físico localizado, me hizo estallar la cabeza. En menos de un minuto, evolucioné mi espiritualidad, ¡no a través de la “devoción” sino a través de las mecánicas de la ciencia!

Todavía estando medio mareado, estallé otra vez al contestar la primera pregunta que surgió en mi mente después de reconocer lo que estaba viendo en la mecánica de la célula. “¡WoW , existo a la vez como una entidad espiritual y como un cuerpo físico!” Mientras contemplaba esta realidad, me pregunté a mi mismo: “¿Por qué tenemos un espíritu y un cuerpo físico?”

AFIRMAMOS LA CHISPA DIVINA APRENDIENDO A SENTIR MAS PLENAMENTE, ABRAZANDO NUESTROS SENTIDOS COMO UNA CONEXIÓN CON NUESTRA NATURALEZA DIVINA

En ese instante, experimenté que las 50 trillones de células enviaban una respuesta por una vía rápida a mi cerebro. Estas respuestas que cambian la vida, se presentaron como una serie de preguntas: “Bruce, ¿si tu eres solo un espíritu que sabor tiene el chocolate? Y Bruce, ¿si tu eres solo un espíritu, como se ve un atardecer?” y , “¿si tu eres solo un espíritu, como es estar enamorado?”

La respuesta me golpeó: me di cuenta de que el cuerpo biológico es el equivalente a un traje de realidad-virtual controlado por la identidad recibida por mis “auto-receptores”. Las células del cuerpo funcionan físicamente traduciendo la información ambiental a traes del sistema nervioso y conviertenla información sensorial a vibraciones neruologicas, iguales a las que son monitoreadas en un EEG (electroencefalograma). Las vibraciones codificadoras de información del cerebro son reenviadas a nuestra identidad, una fuente derivada del Campo. La función de las células del cuerpo es la de traducir la consciencia sensorial a información que se devuelve al Campo. El olfato, el tacto, el gusto, el sonido y la visión , asi también como nuestras emociones, incluyendo el dolor , la temperatura, la presión, representan muchos de nuestros sentidos que son traducidos por nuesto sistema nervioso y enviados a la fuente.

En ese momento , aprndí una de las lecciones mas importantes de mi vida: Mientras estoy vivo en un cuerpo, la función primaria de mi vida es la de sentir y experimentar el mundo. En una rápida revisión de mi vida, recuerdo haber crecido como un joven hombre, y aprendiendo a no adecuarmea al “progama”de ser homosexual;apraendiendo a bloquear los sentimientos y ser “macho”, lo que significó que me volví insensible. Somos programados a no llorar si te pegan ( física o emocionalmente); somos programados a no “sentir” nada. Instantáneamente me di cuenta de que mi programción de crecimiento era completamente opuesta al propósito y la función del cuarpo: que es proveer sensaciones.

Las mujeres son programadas para ser más “sensitivas”, mientras que los hombres son culturalmente programados para volverse patanes “in-sensitivos”. Las células revelaron que mi programación me había desconectado de mis experiencias de vida. En ese momento, prometí abrirme a la realidad de percibir más de la vida: viendo, tocando, saboreando y sintiendo cosas diferentes y creando experiencias en un esfuerzo por consumar mi oportunidad de tocar y sentir este mundo. Este camino ha sido una deliciosa apertura a toda mi vida, porque mi programa anterior como “macho duro e insensible”, no ayuda a nadie, y especialmente no me ayuda a mí mismo.

Les reconozco a mis células su mérito por haberme despertado al maravilloso conocimiento al que ellas me han abierto e la vida. Honro su función de traducir las experiencias de vida y de trasmitir todas esas sensaciones adquiridas por nuestro sistema nervioso, hacia la fuente.

Uso la palabra “fuente” y “espiritual” en el concepto científico de “campo”, porque “espíritu” y el concepto científico “campo” comparten la misma definición básica. Ambos son definidos como: fuerzas invisibles en movimiento que dan forma a la realidad física. La influencia del campo de energía que estaba estudiando en mi investigación ere sinónimo del antiguo termino de “espíritu”. Para mí, la ciencia y la espiritualidad se juntaron para mí en este momento de mi evolución, cuando me di cuenta de que la ciencia estaba reconociendo que fuerzas energéticas invisibles alrededor de nosotros, el “campo”, eran decisivas en dar forma a nuestra realidad. Somos todos identidades individuales derivadas del “campo”, un todo que puede ser definido como “Todo lo que es”.

La Declaración de Fuji: el paradigma de una nueva civilización es una cultura de unidad con respeto a la diversidad. De la misma forma en que la miríada de células y los diversos órganos de nuestro cuerpo están interconectados por su unidad y su trabajo en conjunto en armonía con e propósito de sostener nuestra vida, de la misma forma cada cosa viviente es una parte intrínseca de una sinfonía mayor de la vida sobre el planeta.

Estas comprensiones cambiaron profundamente la comprensión de mis investigaciones sobre las células. En aquel tiempo, 1967-1980, estaba estudiando la biología de las células madre (el equivalente de las células embrionarias del cuerpo humano) Mi investigación implicaba clonar células madres. Ponía una célula madre en una placa de cultivo, sola. Las células se dividen cada 10 a 12 horas. Primero había 1 célula, luego 2 células, luego 4 células, y así sucesivamente . Después de una semana, mis cultivos podían tener alrededor de 100.000 células. Dado que todas ellas surgían de la misma célula madre, tenía 100.000 células genéticamente idénticas en el plato.

Dividí esta población y las inoculé en tres platos de cultivo separadas. Mi experimento intentaba cambiar la composición química del ambiente de la célula, por ejemplo: el medio del cultivo. En un plato, las células formaron músculo. En otro plato formaron hueso. Y en el tercer plato las células formaron tejido grasoso.

Así que la pregunta obvia era: ¿Qué controla el destino de las células? ¡No era la genética! Todas estos tipos de células estaban derivadas de células genéticamente idénticas. El resultado reveló que era el “ambiente” el que estaba dando forma al destino de las células, no los genes! Bueno, este descubrimiento, hace casi cuarenta años, me abrió los ojos a una realidad que estaba en total conflicto con la información que estaba enseñando a mis alumnos de medicina. Desafiaba la creencia universal sostenida por la mayoría de las personas educadas, y que todavía se está enseñando hoy en todo el mundo: la creencia de que los genes controlan nuestra biología.

En 1990, la ciencia convencional se puso al día con mis descubrimientos y desde entonces, hay un nuevo campo de investigación totalmente revolucionario llamado Epigenetica. La vieja historia del control genético es la creencia de que los genes controlan nuestra biología y nuestra conducta. La nueva ciencia del control epigenetico es una revolución, porque el prefijo “epi” significa “sobre”. Así que “control epigenético” simplemente se traduce como “control por encima de los genes”.

La ciencia está reconociendo ahora lo que yo descubrí hace cuarenta años: Los genes están controlados por el ambiente del organismo y más
específicamente por la “percepción” del organismo sobre su ambiente. A medida que cambia el ambiente del organismo, también cambia su actividad genética. Esto le permite al organismo adaptarse al ambiente en lugar de morir al enfrentarse con cambios dinámicos en el clima y la ecología.

Mis investigaciones en lo que concierne a lo que controla la célula revelaron que la creencia convencional de que los genes “controlan” la célula era totalmente equivocada. De hecho, tuve una precognición sobre esa conclusión en 1967 cuando realizaba estudios de embriología en el Centro de Investigaciones Oceanográficas Woods Hole, en Massachusetts. Los biólogas han reconocido que virtualmente todos los genes de la célula están almacenados en una estructura llama núcleo de la célula. Basados en le creencia de que los genes “controlan” la biología, los libros de texto ser refieren al núcleo como el “cerebro” de la célula, en controlar la vida. Sin embargo, mis estudios en Woods Hole realizado sobre las células sin núcleo, mostraron que esas células podían permanecer vivas dos meses o más sin genes en ellas. Estas células sin núcleo, no solo permanecían allí, sino que daban respuestas apropiadas activamente en respuesta a la información del ambiente, se alimentaban, se movilizaban, y también formaban comunidades, realizando todas estas complejas conductas en la ausencia de sus genes. Estos resultados estaban completamente en conflicto con mi educación completa que decía que los genes “controlan” la vida.

Sin embargo, fue el sorprendente descubrimiento sobre los experimentos de clonación que me lanzaron en una misión de entender como las señales ambientales “controlan” la conducta y la actividad de los genes. Estas investigaciones me llevaron a la comprensión de que la membrana de la célula ( la piel de la célula) era un procesador de información, y totalmente representaba el cerebro en sí mismo de las célula. La superficie externa de la membrana de la célula “lee” información acerca del ambiente externo, mientras que la superficie interna de la membrana celular, que da hacia el cito plasma de la célula, envía señales para controla la conducta y la actividad de los genes. La función de la membrana celular es la de leer las condiciones del ambiente y la interior activar las funciones celulares para mantener la célula viva.

Como un aparte: la membrana celular, la piel de la célula, es la fuente del cerebro de la célula y su sistema nervioso. ¡Durante la embriología humana, la piel del embrión cumple con la función de cerebro y sistema nervioso!
La Declaración de Fuji:
Permitimos y alentamos liberar el espíritu humano para hacer surgir su profunda creatividad, y para nutrir la transformación necesaria de manera de forjar un
nuevo paradigma en todos los planos de la actividad humana, incluyendo lo económico, las ciencias, la medicina, la política, los negocios, la educación, la
religión, las artes, la comunicación y los medios.

El momento personal de transformación me golpeó como un rayo en 1985. En ese tiempos, recién había definido la estructura biológica de la membrana celular de una forma completamente nueva. Escribí la siguiente definición técnica: La membrana celular es un semiconductor de cristal líquido con puertas y canales (proteínas receptoras) . Luego de escribir esta frase, me di cuenta de que acababa de leer esa definición, en alguna parte, pero ¿Dónde?

Y luego ¡lo encontré y mi vida cambió! La definición estaba en un libro llamado “Como comprender su Microprocesador”, que había comprado con mi primera computadora hacía unos meses. El libro ofrecía una definición técnica para un chip de computadora: “Un cristal semiconductor con puertas y canales”. Primero me pareció divertido que la membrana celular y un chip de computadora compartieran la misma definicón. Luego, me di cuenta de que en un nivel estructural y funcional, la membrana celular ERA un chip, un procesador informativo a base de carbono, orgánico. La celula del núcleo representa el disco duro y los genes dentro de él son el software. El teclado del chip esta representado por 100.000 receptores proteícos ( antensa, puertas) en la superficie de la membrana externa e interna. A través de estas moléculas sensoriales, la información del ambiente es leída y luego traducida, por medio de los canales de la membrana, en conducta biológica. Cuando los receptores de las membranas son retirados enzimáticamente, la célula no expresa ninguna conducta, no tiene identidad, hasta que los recptores son reemplazados. Dicho simplemente: la genética y la identidad son controlados por las señales del ambiente.

¡Ahora vayamos de la larga historia al punto! La identidad de un individou representa una señal que es recibida por un conjunto complejo de antenas en la membrana llamadas auto-receptores, que se encuentran en la superficie de la célula.

La conclusión final: la identidad personal de una célula no está programdo dentro de la célula. Y eso me golpeó duro y pensé: “ Espera un momento. Espera. Aquí surge una pregunta interesante. ¿Cuándo la célula muere, la señal ambiental muere también?”. La respuesta sería NO. Las señales ambientales siempre están allí, son las células las que van y vienen. Cuando una célula está presente, puede leer sus señales personales. Y cuando una célual muere, su señal está todavía all´pero no puede ser “descargada” a una forma humana. Una célula, o un cuerpo humano compuesto de células, es como un televisor con una antena sintonizado a una estación de TV. Si el televisor se rompe, “se muere”, la emisión continúa estando allí y pude ser recibida por una TV nueva y diferente “sintonizada” a esa frecuencia. ¡WOW.. en biología esto sería lo mismo que la reencarnación!

El flujo de información de doble vía, desde la fuente (“el campo”) al cuerpo y del cuerpo(los sentidos) hacia la fuente, es uno de los mensajes más poderosos y liberadores…que hayan existido. Para comprender completamente esta implicación, es importante notar que la nueva ciencia de Epigenetica revela los mecanismos por los cuales la consciencia selecciona, y además reescribe nuestra actividad genética. La consciencia controla los genes! Nuestra mente (la consciencia) programa nuestra biología y conducta, la cual a su vez, da forma al caractre y la calidad de nuestras vidas.

La mente consciente creativa, conectada a nuestra fuente, es la mente que manifiesta nuestros desesos y aspiraciones . La ciencia ha revelado que solo controlamos nuestras vidas 5% del tiempo, con la mente consciente. Conescuentemente el carácter de nuestras vidas está primariamente controlado por la mente subconsciente (95% del día).

Desafortuandamente, para la mayoría la programación de la mente subconsciente (hasta los 7 años) fue predominantemente sobrescrita con falta de poder,limitaciones y auto-sabotaje, todos ellos tan auto-críticos que terminamos no amándonos, y por lo tanto no podemos amar a otros.

¿Qué pasaría si pudieras controlar tu vida con tu mente consciente y no con tu mente subcosciente pre-programada? Si alguna vez te has enamorado y has experimentado el efecto Cielo-Tierra de la Luna de Miel, bueno, asi es la vida real..cuando no usamos programas de la mente subconsciente. Gracias a Dios, podemos reescribir nuestros programas limitantes y reemplazarlos con conductas elevadas, entonces el Cielo en la Tierra se volvería una forma de vida permanente. ( para más información visita: www.brucelipton.com)

Es esto realmente verdad? Lo único que se seguro es que aplicando este conocimiento, Margarita y yo hemos estado viviendo esta maravillosa experiencia los últimos 19 años, y todavía funciona!

Aunque parece como que me ido del tema hacia un mensaje “New AGe” , es importante notar que esta “metáfora” está totalmente conectada con los principios de la biofísica cuántica y la nueva comprensión de las antenas moleculares en la superficie de las membranas, la percepción de las unidades perceptuales de las células (puertas y canales). Esta nueva biología ofrece a los científicos un puente entre la mente y el cuerpo, y la siempre presente, campo de energía, el “espíritu”.

Y finalmente, una consideración interesante, quizás alucinante: hemos sido programados para creer que cuando nos morimos vamso al Cielo. ¿Y si hubiéramos nacido en el cielo? Nuestros cuerpos físicos son una traje de realidad virtual que premite a nuestro espíritu inmaterial manifestarnos físicamente y una experiencia sensorial.
Pregutna final:
¿Cuál es el propósito de tener tantos receptores del YO? En otras palabras, ¿Cuál es el beneficio para el cuerpo o para la sociedad el tener tanta diversidad.

Si pones una luz en un prisma, la luz se divide en un millón de haces distsintos comprendiendo el espectro del arcoíris. Hazlo alreves y las frecuencias espectrales del arcoíris se recombinan para forma una Luz Blanca.

Ahora elimina la mas angosta frecuencia del espercto de luz e ilumina el prisma. El resultado es que el rayo que se emite ya noes más una Luz Blanca. La analogía es que cada uno de nosotros es una pieza de esa luz Blaca (un espíritu) y que para traer la Luz Blanca otra vez al planeta, debemos honrar las vidas de cada pieaza humana. El regreso de la Luz Blanca acurre cuando todos los seres humanos toman consciencia de que ellos son célulals en un super-organismo conocido como la Humanida.

Tambien, cuanto mas frecuencias reflejen la Luz Blanca mas se puede ver a si misma la Luz blanca. Somos la imagen, el espejo de Dios. Cada persona es un “pixel” de esa imagen.simplemente, cuantos mas pixeles hay presentes en la imagen, mayor resolución va a tener la imagen.